lunes, 25 de enero de 2010

"Lo de bi"

Eso de "lo de Bi", ¿es como estar en medio verdad?,
patear con las dos,
no decidirse...¿verdad?
¿O es mas bien pararse en dos columnas que se separan,
con una pierna en una y la otra pierna en la otra columna?
Si....hasta que se raje el pantalón, la pierna y todo...
eso de lo de "bi", es bastante salvaje a veces.

jueves, 21 de enero de 2010

Perros sedientos


El sol le daba en la cara, el viento jugaba con su pelo mientras sus pasos musicales la llevaban a su hogar, las tardes que se regalaba algunas veces le hacían sentir el cuerpo lleno de ráfagas de alegría y satisfacción. Las calles se veían como de fábula con esa luz brillante del sol de verano, intentaba recordar alguna canción que estuviera acorde con el momento que vivía en ese preciso momento, una canción que hablara sobre los pequeños detalles, que recordara sobre las alegrías cotidianas, en fin, una canción alegre diría ella.

El automóvil en el que viajaba él era muy incómodo, el sol lo tenía harto, el almuerzo que le habían preparado no le había gustado y ya iba tarde para su trabajo. Tenía la espalda sudada y sentía que unas gotas de sudor comenzaban a aparecer en su frente, todo era demasiado bochornoso, recordó que odiaba el verano, su trabajo, a su esposa y sus hijos parecían criaturas extrañas en un mundo del que formaba parte sin haberse percatado, ¿cómo su vida se había convertido en un lío tan extenso?. Ya no podía recordar cómo había conocido a su esposa, y había olvidado por completo la razón por la que se había casado con ella, recordaba mejor los rostros de las mujeres que se topaba en la calle..."la de las nalgotas, las piernotas, la que no tenía bonita cara pero era una morenaza...la de...la camisa roja en la esquina!, esa si que está buena, y anda soliiiiiita".

Ella tenía su día planeado, lo último que quería hacer era quedarse en casa, últimamente había recuperado la emoción de tirarse a la calle, por lo que seguiría fiel a sus sentimientos, volvería con su amor a casa en la noche y quizás harían más cosas juntos, también había comprendido finalmente que las rutinas podían ser también disfrutadas...por lo menos lo podía intentar. Este pensamiento le hizo sonreir, ¿cuánto más podía amar?, no le daba miedo intentarlo...sonrió nuevamente, pero se percató que alguien le miraba desde la esquina, un rostro que salía de la ventana de un automóvil gris.

El se dio cuenta que ella sonreía..."uuuuuy seguro que este puede ser mi postreeee", paró el carro por completo, sacó más la cabeza por la ventana y se puso a pitarle, por supuesto que el esperaba que la chica se acercara a su ventana, metiera la cabeza y le respondiera algo así como "papi, adonde vamos, usted manda mi amor"...se quedó esperando, por lo menos esa niñita seguía caminando hacia su automóvil... "uuy seguro es tímida...así como me gustan". Se quedó esperando.

Ella disminuyó el paso, ¿que había sucedido?, ciertamente no lo conocía, ¿que quería?; el vacío en su estómago le avisó que algo estaba mal, y desde la punta de los dedos de sus pies comenzó a subirle esa sensación, le recorrió el cuerpo y se detuvo. Miedo, miedo al medio día, con un sol brillante, con las calles llenas de personas, miedo en pleno verano, porque algún extraño en un carro le pitaba y le llamaba, casi pudo verle la boca salivando...perro sediento. Miedo porque necesitaba pasar a su lado para llegar a su hogar, miedo porque sabía que ese hombre no se movería, tenía demasiada hambre, y ella era su alimento. Durante unos segundos se quedó en medio de la acera sin saber que hacer, y cuando escuchó que el motor del automóvil se detuvo por completo sus piernas reaccionaron, cruzó la calle sin fijarse, golpeó a alguien a quien ni pudo determinar y caminó deprisa...el lugar más cercano era un supermercado, su refugio era muy amplio, pero por lo menos le dejaría esconderse entre la gente y los pasillos.

El hombre se rió cuando la chica dio media vuelta, y caminó de prisa. Una carcajada le movió el estómago al mismo tiempo que encendía nuevamente su automóvil... "qué lástima, porque se veía sabrosa", recordó que ahora iba a llegar mucho más tarde al trabajo, volvió su expresión hostinada y seca y continuó su rumbo.

Unas lágrimas rodaron por sus mejillas, 20 largos minutos no fueron suficientes para tranquilizarse y tratar de convencerse de que podría llegar su hogar sana y salva, estaba completamente segura de que ese perro sediento seguía asomando su cabeza por la ventana, soltó un llanto disimulado, porque no podía quedarse ahí toda la tarde. Caminó con la vista nublada, no queriendo mirar al frente, porque temía que al llegar a la esquina el sabueso la interceptara...todos los carros que pasaban a su lado se tiñeron de color gris, y todos los conductores sacaban la cabeza por la ventana y pitaban, y podía ver las bocas salivando...perros sedientos

Fotografía tomada de connectmidmichigan.com