sábado, 25 de septiembre de 2010

Me arranco los pensamientos,
me endulzo las palabras,
me enredo los sueños,
me lanzo desde lo profundo,
con sincera agonia.

Me atrevo con simpleza,
me busco con poca certeza,
me atrapo con agujas,
me hablo sin soltura.

Desconozco las verdades,
ni las mias ni las tuyas,
me abrigo con la duda,
y me escondo con mis locuras.

Me ahogo de secretos,
y con fina ayuda,
mis demonios se meten,
entre abrazos y paredes.
Camino perdida,
con tus manos y sin las mias,
me caigo en el horizonte
que me pintas como salida.

Me engaño con mi abrazo,
me miento
y como medalla
el engaño de antaño.
Me unto con el amargo
de mi piel medio podrida,
me quiebro orgullosa,
como fatiga de rutina.