jueves, 31 de julio de 2008


Mezcla de canto y lagrima,

fusión de viento y marea,

roca y arena:

penetra hasta mi alma,

rompe mis sueños

y transportame al terrenal.

Ese que despierta...pero mata,

al que invoco con la garganta hecha nudo,

sin manos y sin boca

le seduzco...

Porque el miedo es iman que calma,

porque mi voz de recién llegada excita.


Interrumpe mi fantasía

y despiertame con bofetadas,

porque no exite peor pesadilla

que creer que se camina,

cuando en realidad

se vivien los dias de agonía.

1 comentario:

EDGAR CHAVARRIA SOLANO. dijo...

Pienso que no hay paso sin agonía; el más pequeño de los pasos implica un esfuerzo gigantesco, pero el más largo de los viajes comienza con un pequeño paso. El sufrimiento, dice el Dalai Lama, nos atormenta porque nos parece un extraño, pero si nos damos cuenta de que sufrir es propio de la existencia humana, podremos transformarlo en un amigo, reconocer en él a un maestro, quizás el que nos da las mejores lecciones.