Y aquí estoy:
expuesta y vulnerable,
tan quebradiza como rasgada
tan ajena como partida.
Abriéndome el pecho hasta no poder más,
hasta que el aire toma mi lugar y me haga olvida,
hasta que cualquier esfuerzo sea ilusorio
y los pensamientos solo marejadas débiles
de aquello que alguna vez fue certero.
Aqui estoy ahora,
creyéndome la vida como si fuera mía,
como si el empeño por respirar
fuera por lo menos una luz,
una señal....un palpitar.
Tan insignificante como lo que soy,
tan fugaz como en lo que se cree,
tan simple como lo demás.
Y de nuevo,
abriéndome el pecho hasta que todo sea sereno,
cayendo muy lento para creer que vuelo,
imaginándome el silencio,
hasta creer que lo llevo por dentro.
